Por: Simeón Apaza *
Una de las marchas más
significativas registradas en Bolivia fue la denominada “Marcha Para Salvar Bolivia por Segunda Vez con Evo Morales”, del 16 de mayo, organizada con el objetivo de respaldar
la inscripción de la candidatura de Evo Morales ante el Tribunal Supremo
Electoral (TSE) para participar en las elecciones presidencial del 17 de agosto de
2025. Esta movilización congregó a diversos sectores sociales del país y contó
también con la participación de delegaciones de bolivianos residentes en el
extranjero, así como profesionales de la UNILA, articulados en el “Comité
Internacional en Solidaridad y Defensa de Evo Morales”.
Según datos del Atlas
Electoral, esta marcha logró reunir a aproximadamente 3,6 millones de personas,
sin considerar a aquellas familias que permanecieron en sus hogares, lo cual
elevaría la cifra potencial a más de 4 millones de participantes. Se trata, por
tanto, de una de las movilizaciones más multitudinarias e históricas en apoyo
al expresidente Evo Morales, figura que muchos sectores sociales identifican
con la expresión popular “Evo Pueblo”.
Hasta la fecha, ningún
otro líder político-social ha demostrado una capacidad de convocatoria similar,
ni siquiera el actual gobierno, a pesar de contar con recursos mediáticos e
institucionales. Por el contrario, su gestión muestra señales de desgaste. En
respuesta a esta marcha pacífica, las autoridades gubernamentales optaron por
la represión y la gasificación, lo que derivó en amedrentamientos y detenciones
arbitrarias, incluyendo la aprehensión de dirigentes nacionales como Ponciano
Santos. Estos hechos evidencian el resurgimiento de prácticas racistas y de
violencia estatal, encubiertas bajo el manto de la institucionalidad.
El respaldo social hacia
Evo Morales se ha reflejado históricamente en distintos procesos electorales.
Según datos del TSE, en 2005 obtuvo el 54% de los
votos (lo que representó 1.544.374 sufragios de un total de 3.102.417 votos
emitidos); el 2009, 64% (2.851.996 de 4.734.339 votos emitidos); el 2014 con 61%
(3.057.618 de 5.319.141 votos emitidos de 5.971.152 de inscritos habilitados) y
en el 2020 con 54% (3.281.803 de 6.313.459 de votos emitidos de 7.031.295 inscritos
habilitados). De cara a las elecciones presidenciales del 17 de agosto de 2025,
el TSE informa que hay 7.599.296 personas habilitadas para votar.
Con base en estas cifras históricas y las proyecciones actuales, se estima que Evo Morales podría alcanzar una victoria en primera vuelta, con un respaldo electoral que se situaría en un rango estimado del 60 % al 70 %. Es decir, más de la mitad del padrón electoral podría manifestar su apoyo al exmandatario, conforme a lo observado en elecciones presidenciales anteriores.
En este contexto, la
marcha “Para Salvar Bolivia por Segunda Vez” no solo representa un hecho
político de gran magnitud, sino también un acontecimiento con implicaciones
estadísticas y simbólicas. Podría marcar el despliegue de un nuevo ciclo en el
que el pueblo boliviano retome el poder político, de la marcha al poder, bajo
la consigna de que “debemos gobernarnos nosotros mismos”.
Lectura
No hay comentarios:
Publicar un comentario